Me llamas, con esa mirada solamente
con esos ojos estrellados
me dices, "ven, siéntate a mi lado".
Me besas con esos labios encantados
y el tiempo cierra la puerta
con cerrojos y candados.
Se mece la aurora, ya te marchas
caminas lentamente entre sueños y añoranzas.
Bajo tus manos se desvanecen los fantasmas
y auguran buenos tiempos,
de esos que mis ojos hace tiempo esperaban.
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